La vinilomanía, una moda que se “pega”

Los viniles, también conocidos como vinilos decorativos, están de última.

Su sencillez, gracia y unicidad le dan un toque mágico a cualquier espacio, que va de lo exótico a lo natural y de lo divertido a lo intellectual… espaciosvirtuales.

El vinilo es un adhesivo de gran sujeción, fácil de colocar en superficies lisas (de todo tipo), como paredes, techos, cristales, maderas y metales, y su implementación no requiere del uso de clavos ni de la perforación de pared alguna.

Por éstas y por muchas razones más, este material se ha convertido en uno de los recursos actuales más fáciles, rápidos y económicos, a la hora de decorar. El vinilo se consigue en más de 24 tonos: el negro, el plata, el dorado, el rojo y el rosado son sólo algunos de ellos; mientras que el brillo y el mate también son los tipos de acabados en los que se puede encontrar dentro del mercado.

Protagonista de todo espacio conceptual.

La variedad de los diseños en vinilo promueve la existencia de combinaciones tan diversas como los gustos de los usuarios. Con este elemento ornamental se pueden crear diseños para interiores y exteriores, imprimiéndoles arte y originalidad a cada uno de sus rincones.
Esta nueva forma de expresión decorativa nos permite jugar con estilos y diseños, que pueden ser colocados en paredes, puertas, techos y ventanas; en muebles, computadoras y vehículos, hasta convertir a estos espacios en algo único, gracias a la personalización de cada detalle.

Los viniles representan el complemento perfecto, cuando de diseño se trata, porque además de materializar ideas, transmiten mensajes y le dan forma a un entorno más artístico y acogedor. Es como crear poesía en forma tridimensional.

Las paredes pueden cobrar vida y ser provistas de su propia historia, a través de detalles que harán que los espacios transmitan una sensación de continuidad.

Lo que se ‘desprende’ del vinilo Generalmente, esta ornamentación contribuye a realzar los ángulos que se desean destacar, complementando el mobiliario circundante y contrastando con el color de las paredes, sin ocupar espacio adicional por estar adheridos.

Otra ventaja que presenta este tipo de material es que permite la posibilidad de volver a diseñar con el paso del tiempo, ya que puede ser retirado fácilmente.

Paredes, puertas, techos y ventanas; muebles, computadoras y vehículos… Todos estos espacios y elementos se prestan para ser estampados con vinilos que materializan ideas, transmiten mensajes y le dan forma a un entorno más artístico y acogedor.

“El vinilo se ha convertido en uno de los recursos decorativos más económicos, fáciles y rápidos de implementar”, Carolina García, arquitecta.

Los viniles interiores duran de cuatro a cinco años, mientras que los exteriores cuentan con un lapso de vida menor por estar expuestos a diversos factores climáticos. No es aconsejable pegarlos sobre superficies rugosas, en paredes húmedas, o cerca de fuentes de calor (como radiadores o estufas).

Este producto está conformado por tres elementos: la base, que es una hoja protectora siliconada (de color blanco), donde no actúa el adhesivo; el vinilo, que es una lámina adhesiva recortada según su diseño; y el transportador, que es una hoja adhesiva transparente que facilita la colocación.

Optimizando la adherencia Colocar el vinilo resulta bastante sencillo, es lo más parecido a poner una calcomanía, y puede derivar en una actividad recreativa para compartir con amigos y familiares.
Primero, se orienta en la dirección en la que se habrá de situar el diseño, con la hoja protectora (opaca) apostada en el lado de la superficie donde será adherido, luego se va retirando la hoja protectora, desde arriba hacia abajo, de manera que el vinil se quede pegado a la hoja.
A la vez que se va retirando esta lámina protectora, se ejerce presión sobre el dibujo para que el vinil quede adherido a la superficie. Una vez pegado en su totalidad, se va desprendiendo la parte opaca y se le pasa una espátula o regla para eliminar las burbujas.

Lo delicado del vinil es que se debe asegurar bien su colocación, ya que una vez instalado si llega a despegarse, pierde su adherencia. Sin embargo, otra opción puede ser la de encargar los viniles con su colocación incluida, pues a veces se torna en un verdadero reto el pegar aquellos que tienen un diseño muy elaborado o que constan de varias partes.

Sin embargo, si lo que se quiere es retirar el vinilo sólo hay que aplicarle calor con un secador y levantarlo -poco a poco- por medio a un cortaplumas y con sumo cuidado, para que no se rompa.
En definitiva, estos son tiempos de renovación, y nuestros lugares preferidos deben exhibir un sello distintivo. Por eso, este innovador material es ideal para poner en marcha la imaginación, permitiendo crear un mundo propio de la manera más simple.

Temas: Decoración

Compártelo en: