Decidirse por la opción de los tonos blancos y negros, como si de un tablero de ajedrez se tratase, constituye una alternativa práctica y elegante a la hora de diseñar un espacio. ¿Quieres implementar esa combinación perfecta en tu decoración? He aquí los tips que te ayudarán a lograrlo.

Para los amantes de aquel estilo que va de manos de los detalles a color, ambientar un espacio en blanquinegro con salpicaduras cromáticas, puede generar un ambiente especial. Por eso, atrévete a utilizar tu imaginación y a romper el esquema, ya sea con una lámpara roja, un jarrón amarillo o cojines azul turquesa, por mencionar algunos ejemplos.

¿Dónde utilizar esta gama tonal?

La respuesta es… ¡en todas partes! La creatividad no tiene límites y más si se trata de dos tonos tan fuertes, contrastes y, por demás, contemporáneos, ya que nunca pasarán de moda.

¡Al suelo!

Juega con los pisos. El diseño tipo tablero es ideal para crear espacios divertidos que se parezcan a las cafeterías de la década del 60. Lo puedes implementar en comedores, habitaciones de música, terrazas y habitaciones para ver televisión; además, se presta para ser colocado en los pasillos, ya que rompe con el esquema circundante y crea movimiento en todo el recorrido.

Otra forma ingeniosa de integrar el blanquinegro es combinar el piso de ambos colores, creando
patrones, líneas, bordes y diseños. Sin embargo, si eres de las personas más tradicionales, juega con un piso blanco completo, que dará la sensación de amplitud, ligereza y limpieza necesaria al espacio.

Si, por el contrario, quieres jugar con nuevos esquemas, un piso negro romperá con todos los parámetros y le dará un efecto impactante al diseño.

Una forma inteligente de implementar el negro es utilizarlo en la pared principal, como punto focal, junto al resto de los muros en blanco.

Bien combinados, este par de tonos (blanco y negro) representan un plus en la decoración de cualquier hogar, cuando son implementados en cualquier elemento del mobiliario.

Temas: Arte, Decoración

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