Halloween no solo se celebra con disfraces y decoraciones: también se vive en la cocina, entre risas, aromas dulces y sabores compartidos. Cocinar con los niños puede ser una experiencia mágica: se ensucian un poquito, se divierten, prueban cosas nuevas y descubren que la creatividad también se saborea.
Aquí te comparto ideas sencillas y encantadoras para preparar meriendas temáticas, jugar con los colores de Halloween y combinar lo dulce con lo salado:
Las galletas son el clásico infaltable de Halloween. Puedes hacerlas en casa con tus hijos usando moldes de calabazas, murciélagos o fantasmas. Mientras hornean, la casa se llena de ese aroma que abraza, y luego llega el mejor momento: decorarlas con glaseado, chispas de colores o pequeños ojos de azúcar.
Si prefieres algo más práctico, apoya a los emprendedores locales que preparan galletas temáticas o venden kits para armar en casa. Así los niños pueden decorarlas a su manera y sentir que son parte de la creación.
No todo tiene que ser dulce — Halloween también puede tener un toque salado, colorido y original.
Juega con ingredientes y formas inspiradas en la temática:
• Mini pizzas con masa casera o pan pita, usando salsa de tomate y queso mozzarella para crear caritas de monstruos o fantasmas.
• Sándwiches cortados con moldes de calabaza o estrella, decorados con aceitunas o rodajas de pepino como ojos.
• Palomitas de maíz servidas en conos naranjas o bolsitas con stickers de murciélagos.
• Brochetas de frutas o queso intercalando tonos naranja, verde y morado para mantener el espíritu divertido y equilibrado.
Tip: juega con los colores clásicos del Halloween —naranja, negro, morado y blanco— usando servilletas, platos o palillos decorativos. Lo visual también se come.
Halloween es una excelente ocasión para apoyar a los pequeños negocios que elaboran postres temáticos, desde cupcakes y cake pops hasta cajitas de dulces artesanales. Cada detalle cuenta una historia de creatividad y cariño.
Si te gusta la repostería, puedes preparar bolsitas personalizadas con una mezcla equilibrada de dulces y snacks saludables. Y si prefieres algo rápido, compra opciones locales y presenta todo en una bandeja decorada con calabazas o luces LED: simple y encantador.
Consejito final: Más que llenar la mesa de postres, lo importante es llenar el corazón de momentos. Deja que tus hijos mezclen, decoren y experimenten con los colores de la temporada. Las risas, los pequeños desastres en la cocina y las creaciones imperfectas son los recuerdos más dulces de todos.
Con cariño,
Carolina García
Arquitecta, educadora y amante del diseño con propósito.